Maritime or Admiralty Law can be defined as the set of rules that regulate commercial relations, in a extensive sense, developed in the maritime field; in other words what we call “sea rules”.
This is a more extensive concept than that of commercial law and that presents the following general characteristics: It covers different legal areas (it is generated in relationship with the customs of each town, but its application transcends others places), although it tends towards uniformity (international uses) and presents origins customary (traditional), which contribute precisely to its easy implementation in different towns.
It is generally accepted that the most ancient legal document that ruled river and maritime navigation was the Hammurabi Code, from Babylon from 2000 bC. It included aspects like construction of ships, seafarers contracts, navigation and collision at sea or river.
Beginning with the Mediterranean area, the first primitive norms probably were those of the colonizing peoples settled in the Levant regions (Phoenicians and Carthaginians). As regards the Roman regulations (largely indebted to the Greek, through the influence of Rhodes) there are numerous samples of standards that were applied throughout the Mediterranean (both in the Codes and in the Digest). Some of these norms also passed to the Alarico Breviary (which collects
literally the “legem rhodiam de jactu“) and the Liber Iudiciorum.
From the eleventh century, coinciding with the rise of Mediterranean cities, the merchant corporations developped a whole maritime jurisdiction through the so called Consulates; these were real professional merchant corporations, created for the defense of their union interests and endowed with jurisdictional powers (acting as special maritime courts according to the nation to which its members belong, as well as special also because of the matter).
The first written compilation of sea uses and customs is dated in the second half of the 12th century (Pisa, Italy, 1161). In the Iberian Peninsula maritime ordinances were written prior to the creation of the consulates themselves such as the Ordinationes Ripariae de Barcelona, 1258). This regime consolidated from the institution of the Consulates of Valencia (1283) and Mallorca (1343), among others of the Levant, generalizing the collection of legal uses and trading practices that incorporate common standards of the Mediterranean area. Although these rulings had no official status they are widely spread and taken into account by the Consulates. Among them the most important was the “Costums de la mar” (Uses of the sea) written in Catalan language and by anonymous author in Barcelona of the XIII century and the “Llibre del Consolat de mar” from 1370, a real digest of maritime law gathering laws and practices of Roman, Greek, Byzantine, Rhodian, Italian, French and Spanish maritime rights. This Compilation was translated into several languages and governed maritime trade in the Mediterranean for centuries– together with the Venetian Usus patriae and the Constitutum usus from Pisa, both in Italy – acquiring the category of ius commune (common law) of the sea and might be considered a milestone in the History of Maritime Law.
In Palma the Consolat de la Mar from the XVI century is in the Paseo Marítimo close to the gothic building of La Lonja . Se puede definir el Derecho marítimo como el conjunto de normas que regulan las relaciones comerciales, en sentido amplio, desarrolladas en el ámbito marítimo. Por eso lo denominamos “normas del mar”. Este es un concepto más extenso que el de Derecho mercantil y que presenta las siguientes características generales:
Abarca diferentes áreas jurídicas (se genera en relación con las costumbres de cada pueblo, pero su aplicación trasciende a otros lugares), aunque tiende a la uniformidad (usos internacionales) y presenta orígenes consuetudinarios (tradicional), que contribuyen precisamente a su fácil implantación en pueblos diferentes. Las principales áreas marítimas relacionadas con el solar hispano son la mediterránea y la cantábrica, desgajándose a partir del siglo XVI de la última de ellas el área jurídico-marítima atlántica. Cada área marítima posee un iter histórico-jurídico propio, pero ello no obsta a que existan vinculaciones entre ellas, precisamente por el contacto de navegantes de unos y otras áreas. Comenzando por el área mediterránea, las primeras normas primitivas probablemente fueron las de los pueblos colonizadores asentados en el Levante (fenicios y cartagineses). En cuanto a la normativa romana (en gran parte deudora de la griega, a través de la influencia de Rodas) existen numerosas muestras de normas marítimas que se aplicaron en todo el Mediterráneo (tanto en los Códigos como en el Digesto). Algunas de estas normas también pasaron al Breviario de Alarico (que recoge literalmente la “legem rhodiam de jactu”) y al Liber Iudiciorum. A partir del siglo XI, coincidiendo con el auge de las ciudades mediterráneas, las corporaciones de comerciantes o desarrollan todo un derecho de base jurisdiccional a través de los consulados, que aplican usos y costumbres en los pleitos marítimos. Ilustración del Consulado en la edición impresa del Llibre de Barcelona (1518) Los consulados son las corporaciones profesionales de comerciantes, creadas para la defensa de sus intereses gremiales y dotadas de facultades jurisdiccionales (tribunal especial según la nación a la que pertenecen sus miembros, así como especial también por razón de la materia). Los consulados del mar, por tanto, no son otra cosa que tribunales que se ocupan de asuntos relativos a los comerciantes marítimos,aplicando las normas del mar. Los primeros usos redactados datan de la segunda mitad del siglo XII (Pisa, 1161). En la Península Ibérica incluso se redactan ordenanzas marítimas con anterioridad a la creación de los propios consulados (Ordinationes Ripariae deBarcelona, 1258). Este régimen se consolidará a partir de la institución de los consulados de Valencia (1283) y Mallorca (1343), entre otros del Levante, generalizándose la recopilación de costumbres jurídicas que, si bien guardan relación con el área jurídica catalana, incorporan normas comunes al área mediterránea. Estas redacciones no tienen oficialidad, pero sí gran difusión y son tenidas en cuenta por los consulados. Entre ellas destacan como las más importantes las “Costums de la mar” (redactadas lengua catalana y por autor anónimo en la Barcelona del siglo XIII) y el “Llibre del Consolat de mar” (también en lengua catalana, comenzando su redacción en el mismo siglo XIII y siendo promulgadas en el 1370). Las normas recogidas en una y otra fuente proceden del curso histórico de la regulación consuetudinaria del comercio marítimo mediterráneo. Así, entre las fuentes de las Costums tenemos las “costums” propiamente dichas, los “Establiments de fets de mar” y los “Usatges de la mar” (otras colecciones). De esta colección existen diferentes versiones conforme se iban con el tiempo glosando, aditando e interpretando. Las Costums son usadas como fuente en los Fueros de Valencia (1270) y Tortosa (1279)
Maritime law can be defined as the set of rules regulating Commercial relations, in a broad sense, developed in the maritime field. By That’s what we call “standards of the sea.”
This is a more extensive concept than that of commercial law and presents the Following general characteristics: It covers different legal areas (it is generated in Relationship with the customs of each people, but its application transcends other Although it tends to uniformity (international uses) and presents origins Customary (traditional), which contribute precisely to its easy implementation in Different peoples.
The main maritime areas related to the solar Hispano are the Mediterranean and Cantabrian, Desgajándose from the 16th century of the last of them the Atlantic Maritime legal area. Each maritime area has a historical-legal ITER But this does not prevent that there are links between them, precisely because of the Navigators Contact